El 2022 empieza con un Intel recargado y en busca de seguir aumentando su poderío

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Intel vuelve a convencer a los usuarios tras la salida de Alder Lake-S, una 12ª generación que ofrece un rendimiento espectacular, con más de 60 modelos de procesadores.

No solo hay que destacar que Intel ha conseguido arañar un 10% de share, sino que su competidor directo ha caído casi al 40%. Estos datos ofrecen 2 lecturas distintas, Intel ha convencido con su completa y amplia 12ª generación de escritorio, mientras que su competidor pierde usuarios.

Esto no se trata de un lanzamiento puntual, en el vistazo global de todas las CPUs, Intel supera el 60% de cuota de mercado, pero este dato más o menos se sabía ya porque a inicios de 2021 ya estaba por encima del 60%.

El crecimiento de ventas por parte de Intel no solo tendría que ver con Alder Lake-S, sino también con los portátiles y servidores (Xeon). El abastecimiento casi normal duramente los pasados años pandémicos lejos de ponerlos en una situación de inferioridad lo dejan muy bien parados. Intel fabrica sus propios chips y no depende de proveedores externos, lo que le da más ventaja sobre el control de sus chips.

Una estrategia que rinde frutos:

Intel mejora arquitecturas, dando consumos muy altos, separándose de la competencia que ha quedado atrasado en algunos segmentos, fabrica sus propios chips y tiene todo el control del suministro.

Intel planea invertir hasta 80.000 millones de euros en la próxima década, pero este martes desveló la primera fase de su plan, que contempla invertir 33.000 millones en una megafábrica de chips en Alemania, otra fábrica en Italia, un nuevo centro de I+D en Francia y otros proyectos en Irlanda, Italia, Polonia y España.

La compañía aseguró que con esta “inversión histórica” planea traer su tecnología más avanzada a todo el mundo, creando un ecosistema de chips de nueva generación y abordando la necesidad de una cadena de suministro «más equilibrada y resistente» en un contexto de alta demanda global de semiconductores y de alta dependencia.

Intel invertirá igualmente 12.000 millones adicionales para ampliar sus instalaciones de Leixlip, en Irlanda, duplicando el espacio de fabricación para traer la tecnología de proceso de 4 nanómetros a mayores destinos y ampliar los servicios de fundición. Con esta expansión, la inversión total de la compañía en esta etapa será de más de 30.000 millones.

En Francia, Intel planea construir su nuevo centro europeo de I+D, creando 1.000 nuevos puestos de trabajo de alta tecnología, con 450 puestos disponibles para finales de 2024. Así, Francia se convertirá en la sede europea de Intel para la computación de alto rendimiento (HPC) y las capacidades de diseño de inteligencia artificial (IA). «La innovación en HPC e IA beneficiará a un amplio conjunto de sectores industriales, como la automoción, la agricultura, el clima, el descubrimiento de fármacos, la energía, la genómica, las ciencias de la vida y la seguridad, mejorando en gran medida la vida de todos los europeos», explicó Intel

El fabricante estadounidense de chips también se ha comprometido a ampliar el espacio de su laboratorio en Gdansk, Polonia, en un 50% con el objetivo de desarrollar soluciones en los campos de las redes neuronales profundas, el audio, los gráficos, el centro de datos y la computación en la nube. Está previsto que la ampliación finalice en 2023.

El CEO de Intel anunció igualmente su intención de establecer laboratorios conjuntos con el Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC) en España centrados en computación avanzada.

Todos estos movimientos que plantea la marca para los próximos años, lo posicionan como el gran “jugador” del segmento, dejando aún más margen para seguir creciendo y lograr un dominio superior a sus competidores.  

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